sábado, 13 de febrero de 2010

El ocaso…



Sentir es parte de vivir.
Eso es inevitable…pero también es hacer algo con aquello que nos sucede.
Hoy me encontré reflexionando sobre la palabra “ocaso”. El diccionario me dijo: - Puesta del Sol, o de otro astro, al transponer el horizonte.
Entonces me entro la duda si era la mismo que a lo que yo llamo atardecer. La cuestión es que no lo era. El atardecer es el último periodo de la tarde que antecede a la noche.
Pero sentía que OCASO era mucho más que la puesta del Sol por lo que seguí leyendo y el DRA decía: - Decadencia, declinación, acabamiento. En ese punto todo se aclaró y llegue a este relato.


Desde que se conocieron, su relación siempre fue intensa, complicada y a su vez simple, con idas y vueltas, con matices que solo ellos dos entendían, y no les importaba lo que el mundo opinara. Así y todo, y a pesar de todo, siguieron juntos. ¿La razón? Se amaban con locura. Nunca se cansaban de estar juntos, de amarse intensamente, de frenar el mundo, bajarse y quedarse en suspenso disfrutando de ese néctar que los embebía y adormecía, fundiéndolos en un solo ser.
Pero también así sufrieron. Pero eso no importo. Eran inseparables. No importaba el tiempo ni las distancias. Sus espíritus continúan unidos. O al menos eso creían, y probablemente así lo sería.
Pero hoy, sienten que todo se complica y se encuentran viviendo el ocaso de su historia. Si, la tan temida decadencia que es fruto de nuevas circunstancias que cambiaron sus vidas hace que tomen caminos por separado. El amor subsiste, pero el dolor y el sufrimiento es tan fuerte que comienza a derrotarlo. Y en verdad entristece. Y duele. Es probable que se amen para siempre pero hoy los dos saben que mutuamente eligen ser una opción y no la prioridad de sus propias vidas. Y así el destino los separa lenta y dolorosamente. O tal vez, fueron ellos mismos con decisiones que pensaron poder manejar.
A veces es mejor poner distancia a tiempo, para que el ocaso llegue a término, y un nuevo comienzo sea lo que llene de felicidad sus vidas.

Algo que aprendieron juntos fue a amar, a comprender y respetar al otro, sin importar nada. Y eso vale más que todo en la vida. Porque ambos saben que buscan cumplir sus sueños y así ser feliz.

2 comentarios:

Unknown dijo...

GENIAL !! Cargadísimo de emociones Paula, es muy lindo lo que escribiste. Hasta me hiciste sentir identificado.
Que alegría me da que escribas. Felicitaciones!!!

marie dijo...

Pau te recomiendo que escuches un tema de Manuel Wirtz se llama "cuando el amor se acaba", es de su nuevo disco. Besote.