Dicen que el hombre tiene como gran ventaja respecto del resto de los seres vivos, la capacidad de pensar, de tener razón, y principalmente de poder comunicarnos a través del lenguaje.
A pesar de contar con semejantes herramientas, somos los seres que vivimos más solos en el planeta. Nos aferramos de manera inimaginable a cosas materiales sin sentido y perdemos el tiempo en buscar la perfección cuando lo real, lo verdadero, lo que realmente vale la pena ver, vivir, sentir es el amor de aquellos que realmente nos quieren.
Nunca debemos olvidar quienes son nuestros verdaderos amigos. Ellos necesitan de nosotros, y nosotros de ellos. Recordar y sentirse vivos es lo que debe primar en la escala de valores de cada uno de nosotros.
No olvidemos que somos humanos, que nuestra estancia en este mundo puede ser corta, pero si queremos, extremadamente jugosa y apasionante.
Atrevámonos a arriesgarnos a conocernos, a disfrutarnos, a divertirnos, en definitiva, debemos dejar de temer y permitirnos ser feliz.
Busca tu felicidad junto a los que te rodean y una vez que la alcances, nadie podrá quitártela.
