sábado, 27 de febrero de 2010

LeIrA





Otra vez en tu búsqueda voy
Quiero tenerte,
Hacerte como en mi sueño, realidad,
realidad tan real
como el sueño donde te encontré anoche.

Me reconociste al instante,
incluso antes que yo a vos,
y la más hermosa sonrisa
me regalaste.
El encuentro de dos avenidas
fue la que nos unió.

Me resistí a creer que el que me saludaba
era nada más ni nada menos que vos.
Recuerdo no poder
(o tal vez no querer)
pronunciar palabra.
El anonadamiento solo me permitió sonreír.

En el medio del transito nos detuvimos
Y también lo hizo el mundo entero.
Nada más nos importó.
Nos encontramos,
en un sueño que, como tal, fue real.

Mucho después de despertar,
recordé esto que te cuento.
Y descubrí (mejor dicho, recordé)
otra vez la razón por la cual sonreír:
Estas en este mundo, existís.

Hoy mi quimera,
mañana realidad,
solo hay que esperar…

Gracias por encontrarme,
Gracias por regalarme tu sonrisa,
Gracias por existir.

1 comentario:

Unknown dijo...

Creo que vivimos inclinados hacia lo que queremos ser, nuestro sueño. Y más allá que jamás lo logremos alcanzar, es una causa justa por la cual vale la pena gastar el tiempo de nuestra vida.
Te golpeás dos millones de veces, pero quién te dice algún día descubrís que ese sueño no era tal cosa; y lo que uno creyó irreal y de otro mundo no era más que el grito del destino para hacernos despertar.
En eso descansa mi esperanza. Un consuelo? Puede ser :) Pero al menos me convenzo a mi mismo, aunque sea por un ratito y con eso me basta para seguir soñando...
Besos Paulita